“Este Sacramento nos conduce al corazón del diseño de Dios, que es un diseño de alianza, de comunión.”
Cuando un hombre y una mujer celebran el sacramento del matrimonio, Dios, por así decir, se “refleja” en ellos, les imprime sus propias características y el carácter indeleble de su amor. Un matrimonio es comunión del amor de Dios con nosotros, ¡es muy bello!
Dios hace de los dos Esposos una sola existencia, la Biblia dice una “única carne”, así de íntima es la unión del hombre y de la mujer y es precisamente este el misterio del matrimonio.
Sabemos bien las dificultades y las pruebas que experimenta la vida de dos esposos…Nosotros no debemos entristecernos por esto, la condición humana es así. El secreto: que el amor es más grande que el momento de la pelea. Por eso aconsejo a los esposos, “no terminéis el día sin pediros perdón.”
Para contraer matrimonio canónico («por la Iglesia» como dice la gente) es necesario que los novios den antes unos pasos previos.
– Queremos casarnos por la Iglesia, ¿Qué tenemos que hacer?
Lo primero: los novios deben ir a una de sus parroquias (a la del novio o a la de la novia). Entérate cuándo el párroco tiene despacho y concierta una visita para informarte de lo que necesitáis para realizar el expediente de matrimonio («los papeles» como dice la gente).
– ¿Con cuánto tiempo de antelación tenemos que ir a ver al párroco?
Debéis acudir con suficiente tiempo. Unos seis meses antes de la fecha prevista para la boda si los dos son de nuestra diócesis y viven en ella. Si uno de los dos es de otro lugar distinto de nuestra diócesis, es conveniente que acudan incluso con más antelación.
– ¿Cuándo se puede poner la fecha de la boda?
El 1 de Octubre del año anterior abrimos la agenda para el año siguiente. Venid cuando podáis, “sin prisa, pero sin pausa”.
– ¿Qué es eso del «expediente matrimonial»?
Es lo que la gente llama «los papeles de la boda». Es un documento muy importante: una declaración jurada de novios y testigos preceptiva para poder contraer matrimonio. Sin haber completado el expediente matrimonial una pareja no puede casarse por la Iglesia.
– ¿Me tengo que casar antes por lo civil?
No. Si vais a casaros por la Iglesia, NO necesitáis casaros antes ni después por lo civil ya que el Estado reconoce como legal y válido el matrimonio canónico (el «casarse por la Iglesia»).
Se dan casos extraordinarios en que sí que se pide a los novios que pasen antes por el Juzgado, pero no es lo habitual.
– ¿Qué documentos se necesitan para casarse por la Iglesia?
Se os indicará, según cada caso concreto, qué documentos necesita para proceder a completar el expediente matrimonia.
Tened en cuenta que los documentos tienen que tener menos de seis meses desde la fecha de expedición del mismo hasta la fecha de la boda. Todos los documentos que se solicitan a organismos públicos o eclesiásticos que tengan más de seis meses antes de la fecha de la boda se tendrán que solicitar de nuevo al organismo correspondiente.
Los documentos básicos que se solicitan son:
Si uno de los dos es viudo/a:
Además de los documentos anteriores…
Si se han casado previamente por matrimonio civil:
Además de los documentos anteriores…
En los demás casos: bodas de menores de edad, extranjeros, personas de otra religión, etc. el párroco indicará qué otros documentos necesitan aportar para la celebración del matrimonio por la Iglesia.
– ¿Tenemos que hacer los cursillos prematrimoniales?
Sí. Para casarse por la Iglesia es recomendable que los dos novios realicéis previamente los cursillos prematrimoniales. Tienes la información en uno de los adjuntos. También puedes acudir al párroco para más información.
– ¿Después de casados cómo podemos obtener el libro de familia?
El mismo día de la boda, el párroco os entregará un certificado de celebración de matrimonio. Este certificado tenéis que entregarlo en el registro civil del pueblo y allí os darán el libro de familia o el certificado civil, dependiendo de los Juzgados..
– Si alguna vez tengo que pedir un certificado de mi matrimonio por la Iglesia ¿Adónde me tengo que dirigir?
Cualquier documento sobre vuestro matrimonio (certificado de matrimonio, etc.) lo tenéis que solicitar siempre en la parroquia donde os casasteis.
Si también deseáis un documento civil (certificado civil del matrimonio canónico) tiene que ir al registro civil de la localidad donde contrajisteis matrimonio por la Iglesia. Da igual que los «papeles» los arreglarais en la parroquia de cada uno. Todo lo relacionado con vuestro matrimonio está en la parroquia donde os casasteis.
Debéis dirigiros a nuestra parroquia, donde os informarán del lugar y horario del cursillo, aquí en Ibi y en otras parroquias cercanas, para que podáis acercaros al Cursillo que mejor os venga.
Sí. En principio no hay problemas. En la misma ceremonia tendría que celebrarse primero el sacramento del matrimonio y a continuación el bautismo del niño en este orden y no a la inversa.
– ¿Qué tengo que hacer para poder celebrar el aniversario de mi matrimonio?
Es muy sencillo. Ponte en contacto por lo menos seis meses antes de la fecha prevista con el párroco. Ya él os indicará los pasos a seguir.
Se entiende que esta celebración del aniversario de boda es solamente para los matrimonios que se contrajeron por la Iglesia Católica.
– ¿Dónde se puede celebrar el aniversario del matrimonio?
Lo puede celebrar en la propia parroquia donde contrajeron matrimonio o en otra parroquia distinta.
Los que reciben el sacramento del Orden son consagrados para, «en el nombre de Cristo, ser los pastores de la Iglesia con la palabra y la gracia de Dios.
Según San Pablo significa ante todo ser administrador de los misterios de Dios: «servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, lo que en fin de cuentas se exige de los administradores es que sean fieles» (1 Co 4, 1-2).
Los cristianos que reciben el sacramento del Orden quedan configurados para siempre a Cristo Cabeza, Pastor y Servidor de su Iglesia, con el fin de enseñar, santificar, guiar y servir, en nombre suyo, al Pueblo de Dios.
Es este un sacramento misterioso, no solamente porque cada sacramento contiene un misterio particular, sino porque detrás de él se esconden otros misterios: el del dolor, el de la enfermedad, el de la sanación, el de la pasión de Cristo, el de la muerte, el de la vida eterna…
Muchas personas tienen la errónea concepción de que la Unción de los Enfermos es para los moribundos. En realidad, así era en el pasado y por eso se llamaba “Extrema-unción.”
Hoy, la Unción de los Enfermos es un sacramento no solamente para aquellos que se encuentran en el último momento de su vida, sino para todos aquellos bautizados que pueden estar en peligro de muerte, por enfermedad o por vejez, ante una intervención quirúrgica o alguna situación que pueda poner en riesgo su vida.
La Unción de los enfermos otorga consuelo, paz y ánimo y une al enfermo, en su situación precaria y en su sufrimiento, de un modo más íntimo con Cristo.
En algunas personas, la Unción de los enfermos logra la curación corporal. Pero si Dios quiere llevarse consigo a alguien, la Unción de los enfermos le otorga la fuerza para todas las luchas corporales y espirituales en su último viaje. En cualquier caso, la Unción de los enfermos tiene el efecto de perdonar los pecados.
– Mi madre quiere confesarse pero no podemos llevarla a la iglesia porque está encamada, ¿qué podemos hace?
– Tengo a mi padre enfermo en cama y no puede desplazarse hasta la Iglesia, ¿cómo puede recibir la Sagrada Comunión?
– Mi madre quiere recibir el sacramento de la unción de los enfermos pero tiene que ser en casa ya que no puede viajar, ¿qué debo hacer para que la pueda recibir en su propio domicilio?
Ponte en contacto con nuestra parroquia, exponiéndoles la situación.
Los fieles católicos que no pueden acudir a la Iglesia por motivo grave pueden recibir periódicamente la comunión en sus casas, así como cualquier otro sacramento.
Nuestra parroquia tiene organizada la atención a los enfermos de varias maneras:
Enfermos en los hospitales
Los enfermos que se encuentran en hospitales, pueden solicitar los sacramentos al capellán del mismo hospital.
Para ello en la mesa de información de cada planta pida que localicen al capellán o persona encargada de la Pastoral de la Salud
Quisiera colaborar visitando enfermos
(Los remitimos a la pestaña de pastoral de la salud)
Oración por y para los enfermos
Te ofrecemos varios modelos de oración. Escoge el que mejor te vaya.
La palabra Eucaristía viene del griego eucharistia = acción de gracias. También se utiliza la palabra Misa, del latín missa = despedida).
Es el Sacramento que contiene verdaderamente el Cuerpo y Sangre de Jesucristo, juntamente con su Alma y Divinidad, toda la Persona de Cristo vivo y glorioso, bajo las especies de pan y vino.
Como católicos, creemos en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, es decir, que Jesucristo está personalmente presente en el altar siempre que haya una hostia consagrada en él. Es el mismo Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, que andaba por los caminos de Galilea y Judea. Creemos que Él viene ahora como nuestro huésped, cada vez que recibimos la Santa Comunión.
La celebración eucarística es «la fuente y cima de toda la vida cristiana» (Concilio Vaticano II, LG 11). A ella está orientado todo; más allá de ella no hay nada mayor que se pueda alcanzar. Cuando recibimos la Eucaristía nos unimos con aquel que, por amor, derramó incluso su Sangre por nosotros.
El Sacramento de la Reconciliación se denomina también Sacramento de la penitencia, del perdón, de la conversión y de la confesión.
Confesarse parece no estar de moda. Quizá sea difícil y al principio cueste un gran esfuerzo. Pero es una de las mayores gracias que podamos comenzar siempre de nuevo en nuestra vida, realmente de nuevo: totalmente libres de cargas y sin las hipotecas del pasado, acogidos en el amor y equipados con una nueva fuerza.
¡¡¡Dios te quiere como eres!!! Dios es misericordioso, y no desea nada más ardientemente que el que nosotros nos acojamos a su misericordia. Quien se ha confesado abre una nueva página en blanco en el libro de su vida.
La palabra Confirmación viene del latín confirmatio = fortalecimiento, consolidación.
Junto con el Bautismo y la Eucaristía, la Confirmación es uno de los tres sacramentos de iniciación de la Iglesia católica.
Así como en Pentecostés el Espíritu Santo descendió sobre la comunidad de los discípulos reunidos, el Espíritu Santo viene también sobre cada bautizado que pide a la Iglesia el don del Espíritu Santo.
Este sacramento le afianza y le fortalece para dar testimonio con la vida en favor de Cristo.
El Bautismo es el Sacramento fundamental y la condición previa de todos los demás sacramentos.
Nos une a Jesucristo, nos introduce en su muerte salvadora en la Cruz, y por ello nos libera del poder del pecado original y de todos los pecados personales, y nos permite resucitar con él a una vida sin fin.
Es también la puerta de entrada a la Iglesia.
SACRAMENTO (lat. Sacramentum = juramento de fidelidad; en la mayoría de los casos usado como traducción del griego mysterion = misterio):
Los sacramentos son signos sagrados visibles de una realidad invisible, instituidos por Cristo, en los que los cristianos pueden experimentar la presencia de Dios que sana, perdona, alimenta, fortalece y capacita para amar, puesto que en ellos actúa la gracia de Dios.